La motocicleta ha dejado de ser vista únicamente como un medio de transporte y se ha convertido en una herramienta de crecimiento, desarrollo y bienestar para millones de familias mexicanas. Su impacto va mucho más allá de la movilidad: transforma vidas, mejora economías familiares y abre oportunidades donde antes no las había.
Cada vez son más los hogares en México que encuentran en la moto una aliada diaria. Según datos del INEGI, más de 4 millones de hogares en el país cuentan con al menos una motocicleta. Para muchos, representa mucho más que un vehículo: es una vía para trabajar, estudiar, ahorrar tiempo y, en definitiva, mejorar su calidad de vida.
Hoy, 8 de cada 10 personas que tienen moto la usan para trabajar o para trasladarse a su empleo. Además, miles de estudiantes la utilizan como medio de transporte accesible, rápido y económico. Gracias a su eficiencia, una persona puede ahorrar hasta 25 días laborales al año en tiempo de traslado, lo que se traduce en más horas con la familia, mayor productividad y una vida más equilibrada.
El papel de la motocicleta en el impulso del autoempleo también es notable. Quienes trabajan en repartos o entregas a domicilio pueden llegar a duplicar el salario mínimo, aprovechando la movilidad y flexibilidad que este vehículo les ofrece.
La moto también destaca por ser una opción accesible. Siete de cada diez motocicletas se encuentran en hogares de nivel socioeconómico bajo o medio-bajo. Su precio y las opciones de financiamiento disponibles han facilitado que cada vez más personas puedan adquirir una, abriendo nuevas oportunidades para mejorar su día a día.
En los últimos veinte años, las motocicletas han quintuplicado su presencia en el parque vehicular nacional, pasando del 2% al 10%. Esta cifra confirma una tendencia clara: la motocicleta no es una moda pasajera, sino un elemento clave en la movilidad moderna de nuestro país.
Detrás de cada trayecto en moto hay historias de esfuerzo, crecimiento y superación. La motocicleta no solo acorta distancias: abre caminos para estudiar, trabajar y transformar el presente. Para millones de mexicanos, la moto es sinónimo de libertad, desarrollo y futuro.