TRIUMPH AMPLÍA SU CATÁLOGO DE 400 CC.

Frente a la alta demanda y popularidad de los modelos de media cilindrada, Triumph continúa ampliando su ofensiva en ese segmento con la llegada de dos modelos que reinterpretan su herencia desde ángulos distintos: las nuevas Tracker 400 y Thruxton 400. Ambas forman parte de la familia Modern Classics y comparten una base técnica común, pero cada una propone una personalidad bien definida, pensada para públicos y estilos de manejo distintos.

El corazón de estos nuevos modelos es el TR-Series, un monocilíndrico de 398 cc, refrigerado por líquido, que entrega 42 caballos de fuerza y un par cercano a los 37 Nm. Se combina con una transmisión de seis velocidades y embrague asistido y antirrebote, una configuración que prioriza una entrega de potencia progresiva y utilizable tanto en ciudad como en carretera. El conjunto se apoya en un chasis tubular de acero, suspensiones de especificación moderna y frenos con ABS de doble canal, reforzando la idea de motos accesibles pero bien equipadas.

La Tracker 400 apuesta por una estética inspirada en las flat track, con una postura erguida, manillar ancho y un diseño más robusto y funcional. Su enfoque es claramente versátil como de una moto ligera, ágil y pensada para el uso diario, sin perder el carácter de competencia que distingue a este tipo de preparaciones. Los recorridos de suspensión y la ergonomía buscan ofrecer comodidad y control, incluso en superficies irregulares o trayectos urbanos exigentes.

Por su parte, la Thruxton 400 retoma el lenguaje café racer que ha definido históricamente a este nombre dentro de Triumph. Semimanillares, una posición de manejo cargada al frente y una silueta estilizada derivada de su hermana mayor de 1,200 cc. Es una moto que privilegia la experiencia de conducción en asfalto, con una respuesta más directa y un diseño que conecta con la tradición racing de la marca, ahora en un formato más compacto y accesible.

Más allá de las especificaciones, la llegada de estos modelos confirma una tendencia clara en la industria: la consolidación de las motocicletas de media cilindrada como el punto de equilibrio entre desempeño, costo y usabilidad. Marcas tradicionalmente asociadas con motos grandes y de alto precio han entendido que este segmento es una puerta de entrada para nuevos usuarios, además de una opción lógica para quienes buscan calidad, diseño y carácter sin recurrir a cilindradas mayores.

En ese contexto, la Tracker 400 y la Thruxton 400 representan un paso estratégico para Triumph. Mantienen el ADN estético y la identidad de la marca británica, pero lo adaptan a un mercado que poco a poco comienza a dominar las calles. Motos más ligeras, manejables y realistas para el día a día.