La Carrera Panamericana volvió a recorrer los caminos de México, en una de las tradiciones automovilísticas más emblemáticas y con más historia del país. Celebrando su edición 75, esta legendaria competencia es considerada una de las más desafiantes del mundo, y reúne a más de 80 equipos provenientes de 14 nacionalidades, en una carrera que recorre más de 3,000 kilómetros divididos en 7 etapas, desde Chiapas hasta Zacatecas.
Después de 8 años de ausencia, Puebla vuelve a recibir el contingente de motores. El zócalo de la capital se transformó en un auténtico escenario de exhibición, donde familias, aficionados y turistas se congregaron para recibir a los competidores y presenciar una impresionante colección de autos clásicos y deportivos. Marcas como Chevrolet, Mini, Ford, BMW, entre otras, fueron algunas de las firmas que cruzaron la meta. A su llegada, los pilotos fueron recibidos con un kit conmemorativo.
La segunda etapa llevó a los pilotos desde Tehuacán hasta la capital del estado, donde pasaron la noche antes de partir nuevamente desde el Museo Internacional del Barroco, en dirección a Cholula y posteriormente hacia la Ciudad de México. Durante su recorrido por la capital poblana, la caravana de autos atravesó avenidas icónicas como Reforma, la 11 Sur y el bulevar 5 de Mayo, recibiendo el cálido apoyo de una multitud que celebró con música, porras y entusiasmo el regreso de este evento histórico.
La Carrera Panamericana se desarrolla a lo largo de siete etapas que cruzan el país de sur a norte, cada día, los pilotos enfrentan distintos tramos divididos en dos tipos: los tramos de velocidad, donde los competidores recorren carreteras cerradas al tráfico común y el cronómetro define los tiempos, y los tramos de enlace, en los que deben transitar respetando las normas de tránsito para conectar una sección con otra. Las categorías o clases se dividen principalmente según la antigüedad, el tipo de vehículo y las modificaciones permitidas.
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Destacan las clases Histórica A Plus, B y C, que agrupan autos clásicos de los años cincuenta y sesenta restaurados, mientras que las categorías Sport y Turismo incluyen modelos modernos adaptados para competencia. Además, existen las divisiones Contemporánea y Exhibición, destinadas a autos deportivos recientes y a participantes que buscan vivir la experiencia sin competir por tiempos oficiales. Este formato único convierte a la Panamericana en una carrera de precisión y resistencia, donde la estrategia, el trabajo en equipo y el dominio técnico son tan importantes como la velocidad.
Ya en la Ciudad de México, los participantes fueron recibidos con el mismo espíritu de admiración y respeto que caracteriza a esta competencia, completando así las etapas 2 y 3 de la carrera, siendo el Palacio de Bellas Artes el punto de encuentro en la capital del país. La competencia continuará atravesando los estados de Querétaro, Michoacán, Guanajuato, San Luis Potosí, para finalmente concluir el 16 de octubre en la ciudad de Zacatecas. Con su edición 75, La Carrera Panamericana reafirma su legado como un pedazo vivo de historia sobre ruedas, uniendo generaciones y recorriendo el corazón de México con la misma adrenalina y emoción que la han convertido en leyenda.