
En Revista 400 hemos viajado hasta el mítico circuito de Imola, para conocer el producto más anticonvencional en la historia de la firma boloñesa Italjet: el Dragster 700 Twin. Una combinación radical entre maxiscooter y motocicleta por su transmisión manual, que es toda una declaración al haber creado un nuevo nicho de mercado.


En un acontecimiento de lo más importante para la marca, por tratarse de la motocicleta de mayor cilindraje en su historia, Italjet, junto al equipo de VMotors México, nos han dado la oportunidad de ser parte del Media & Dealer Launch Event llevado a cabo en el Circuito Internacional de Imola, Italia. En el lugar, se han reunido medios especializados de todo el mundo, el staff de la marca y los pilotos oficiales del Gresini Team, que abrieron la pista con varias hot laps que encendieron los ánimos previo a las sesiones de manejo.
Pero antes de que todo esto sucediera, nos sumergimos en la historia de la firma nacida en Bolonia, la cual aún pertenece a la misma familia que la vio nacer en 1960, teniendo ahora a Massimo Tartarini como CEO, quien es a su vez, nieto de Leopoldo, fundador de Italjet. Esto último es un dato de lo más importante, ya que la esencia de la marca se conserva: un ADN que va en contra de las tendencias para innovar en sectores donde pareciera que ya todo estaba inventado.
Así fue que iniciamos la experiencia con un repaso de su evolución, siendo recibidos en un lobby ambientado con las motocicletas históricas de Italjet, justo antes de formar parte de la conferencia de prensa donde finalmente conocimos todos los detalles del Dragster 700 Twin.

La conferencia contó con Massimo Tartarini, CEO de Italjet, y la participación de Miguel Miranda, director de VMotors.
CONCEPTO DISRUPTIVO
Técnicamente, el Dragster 700 nació con el ADN distintivo de las variantes de 200 y 300 cc, pero llevado a los extremos. El chasis multitubular de acero tipo Trellis, es el elemento esencial al que se unen unas suspensiones propias de una motocicleta deportiva, así como un monobloque frontal de aluminio que sujeta el conjunto de dirección. Es justamente por todo esto, y por una transmisión manual con embrague mecánico, que sus sensaciones de manejo son únicas en el mundo de los maxiscooter. Pero sin adelantarnos a los hechos, en la parte delantera encontramos suspensiones Marzocchi con barras invertidas de 50 mm, doble disco de freno con pinzas de anclaje radial y neumáticos Pirelli Diablo Rosso SC, montados en rines de 15 pulgadas. No menos impactante es el basculante trasero en aleación de aluminio, con un elaborado diseño y un fantástico mecanismo de progresividad variable para el amortiguador, que permite modificar la geometría ajustando la altura de la parte posterior independientemente de la precarga.


En cuanto a su estética, rompe con todos los esquemas ya que sus formas han evolucionado -incluso- con respecto a los prototipos presentados por Italjet en años anteriores, con líneas más agresivas fortalecidas por alerones perfectamente integrados y una parte baja completamente carenada. Todo ello sin olvidar ciertos aspectos de la funcionalidad, como un parabrisas que alcanza a desviar parte del aire y una posición de manejo más bien citadina y relajada, que nos llevará nuevamente a la deportividad absoluta por todos los detalles de diseño que encontramos alrededor del cockpit.
El Dragster 700 Limited Edition se caracteriza por su amortiguador Öhlins trasero y escape doble Akrapovic ofrecidos de serie.

CONDUCCIÓN DE MOTOCICLETA
Finalmente, llegó el momento de ponernos el mono y salir a la pista para acabar con los nervios y la expectativa. El Dragster 700 Twin nos recibió amablemente en su puesto de conducción durante todo el periodo de adaptación, con mandos accesibles y un motor dulce en la parte baja, pero con una fuerte entrega a mayores revoluciones. Cabe destacar que este primer contacto lo llevamos a cabo sobre la Limited Edition, caracterizada por su amortiguador posterior Öhlins, sistema de videocámara integral, escape Akrapovic y la posibilidad de contar con la decoración Gresini, que refuerza la colaboración de Italjet con el equipo privado de Moto2.
En cuanto a sensaciones dentro de la pista, el Italjet Dragster 700 es diferente a todo, con el manejo y estabilidad de una motocicleta, resaltando principalmente el excelente tren delantero que transmite con fidelidad el mordiente de la rueda, lo que se traduce en confianza por sobre todas las cosas. Estirar la frenada, comenzar a inclinar y encogerse para alcanzar la máxima velocidad entre las curvas y rectas del circuito de Imola, son cosas que hace con naturalidad, mientras la electrónica acompaña con ABS y control de tracción que pueden desconectarse parcialmente en el modo de manejo Track, permitiendo ciertos deslizamientos de la parte trasera para cerrar la trayectoria con mayor naturalidad.

El bajo centro de gravedad permite exigir en ciertas maniobras sin temores, mientras que en otras hay que conocer sus límites como su ángulo de inclinación que puede ser mayor o menor gracias a la posibilidad de ajuste en la geometría. Este espécimen único mitad moto, mitad maxiscooter, se comercializa en México en unidades muy limitadas, tanto de la versión Premium como de la Limited Edition, con únicamente 15 unidades de las 700 que se produjeron a nivel mundial. Una exótica y anticonvencional italiana, que solo Italjet podía atreverse a comercializar.




Desde los primeros modelos hasta el actual Dragster 700 Twin, Italjet destila pasión por sobre todas las cosas.







