En el mundo de las dos ruedas existen motos que van más allá de la potencia y la velocidad, modelos que logran destacar por el simple hecho de ser únicos. La Honda Monkey 125 es uno de esos casos: pequeña, dinámica y con un aire retro que la convierte en un verdadero objeto de culto. Aunque en México no se comercializa oficialmente, su fama internacional la mantiene como una de las mini motos más queridas y reconocibles de la marca japonesa.
Nació en 1961 como un prototipo de 49 cc para un parque de diversiones en Tokio y, debido a su éxito, pronto se convirtió en una motocicleta de producción. Su nombre, “Monkey”, proviene de la curiosa imagen que daban los pilotos adultos al manejarla, con los brazos extendidos y una postura encogida, similar a la de un mono. Desde entonces se transformó en un ícono de movilidad urbana y en un juguete sobre ruedas que conquistó varias generaciones, hasta su regreso en 2018 con una versión de 125 cc que actualizó al clásico sin perder su esencia.
La Honda Monkey 125 combina un diseño retro con tecnología moderna. Equipa un motor monocilíndrico de cuatro tiempos de 124 cc, refrigerado por aire, capaz de entregar poco más de 9 caballos de fuerza y un torque cercano a los 11 Nm. Su transmisión de cinco velocidades la hace práctica tanto en ciudad como en recorridos cortos de carretera, mientras que su sistema de frenos de disco en ambas ruedas, con ABS delantero, y la suspensión invertida, ofrecen un desempeño seguro y estable. Sus ruedas de 12 pulgadas con neumáticos anchos refuerzan el carácter divertido y versátil del modelo, pensado para quienes buscan algo diferente a lo convencional.
Aunque se comercializa en varios mercados de Europa, Asia y Norteamérica, la Monkey 125 no forma parte del catálogo oficial de Honda en México. Entre las razones se encuentran cuestiones de homologación, así como la propia estrategia de la marca, que prioriza segmentos de mayor demanda como los scooters o las motos utilitarias de bajo costo. A ello se suma que, pese a su atractivo, la Monkey se ubica en un rango de precio elevado dentro de la categoría de 125 cc, lo que la convierte en un producto más aspiracional que masivo.
Sin embargo, su ausencia en el mercado nacional no ha evitado que se convierta en objeto de deseo para los coleccionistas y para los entusiastas que buscan importar un ejemplar. Su estética inconfundible, que mezcla líneas clásicas con acabados modernos, junto con la tradición que arrastra desde los años sesenta, mantienen a la Monkey 125 como una moto de culto. Un modelo que, más allá de sus dimensiones reducidas, ha dejado una huella enorme en la historia de Honda.