Las calles de La Bañeza, en la provincia de León, se transformarán una vez más en un auténtico circuito urbano para recibir la edición 64 del Gran Premio de Velocidad “Ciudad de La Bañeza”. Esta histórica competencia, organizada por el Moto Club Bañezano, es una de las pocas carreras urbanas que siguen vivas en Europa, y una de las más queridas por los aficionados al motociclismo clásico.
Lo que hace único a este evento no es solo su longevidad, que se remonta a 1954, sino el hecho de que se corre en pleno casco urbano. Durante días, los vecinos de La Bañeza se preparan para lo que es mucho más que una carrera. Las calles se cierran al tráfico, se protegen con pacas de paja y todo el pueblo se convierte en parte del circuito. Muchos balcones se alquilan a modo de palcos improvisados, desde donde los espectadores disfrutan de la carrera con una vista privilegiada.
La programación arranca el viernes por la tarde, con las verificaciones técnicas de las motocicletas y diversas actividades paralelas que incluyen exhibiciones moteras, una cena popular, conciertos en vivo y una vibrante convivencia entre pilotos, vecinos y visitantes.
El sábado 9 de agosto se llevan a cabo las dos tandas de entrenamientos cronometrados para todas las categorías: clásicas de 2 tiempos, 4 tiempos, Eurotwins y GP 125/Moto3. Una vez llegada la noche, el ambiente no decae, pues hay espectáculos de stunt, música y fiesta en el centro de la ciudad.
El domingo es el día esperado, comenzando actividades a las 9 de la mañana, con la sesión de warm up, seguido por las carreras oficiales. Durante la jornada también se rinde homenaje a figuras históricas del motociclismo español, en una tradición que cada año refuerza el valor emocional del evento.
El circuito urbano de La Bañeza tiene la peculiaridad de que atraviesa plazas y calles estrechas del centro histórico, lo que obliga a los pilotos a demostrar su gran destreza técnica, especialmente en curvas cerradas y pasos angostos. Además, algunos de los competidores corren con motos restauradas por ellos mismos, lo que añade un componente artesanal y nostálgico que pocas competencias pueden igualar.
Otro hecho destacado es que el evento ha sido testigo del paso de grandes leyendas del motociclismo español como Ángel Nieto, Benjamín Grau o Salvador Cañellas, quienes alguna vez se lanzaron por sus calles rugiendo con motores de época. Al día de hoy, el Gran Premio mantiene ese espíritu de la vieja escuela, atrayendo tanto a nuevos talentos como a veteranos apasionados por las motos clásicas.
Con un ambiente que mezcla adrenalina, tradición y orgullo local, La Bañeza se prepara para vivir un fin de semana inolvidable. Una cita que no sólo pone a prueba la velocidad, sino que celebra el alma del motociclismo en su forma más pura.