Esta Suzuki fue encontrada en un depósito de Portland, Estados Unidos. Sus rescatadores decidieron darle una segunda vida, y tras algunas modificaciones que le dan un estilo audaz pero mantienen una línea que no termina de salirse de lo convencional, la han bautizado como “Gixxer Johnny”.
Lo primero fue reconstruir el motor de 1100 cc, para lo cual se instaló un nuevo banco de pistones Wiseco antes de que todo se volviera a cerrar con juntas Cometic. Se eliminó la caja de aire y se colocaron unas pilas de velocidad impresas en 3D. Las ruedas dentadas PBI hechas a medida transmiten potencia a la rueda trasera, además podemos ver un escape Leo Vince.
Las nuevas llantas son unidades Aprilia de origen no determinado por los constructores. Por otro lado, el basculante es la pieza original de la GSX-R, pero ahora está conectado a un nuevo y elegante amortiguador Nitron. Los rotores de freno EBC son hechos a la medida y el paquete lo complementan los neumáticos Continental.
Las pinzas de freno ahora están ocultas detrás de unas cubiertas retrofuturistas, que se imprimieron en 3D y posteriormente se reforzaron con fibra de vidrio. El tanque de combustible OEM se conservó, pero todos los plásticos son piezas nuevas de Airtech Streamlining. En la parte delantera podemos ver unos alerones muy llamativos, que se agregaron con el mismo proceso de impresión 3D y fibra de vidrio.
Los constructores combinaron las tomas de aire de las ruedas delanteras con el guardabarros de una forma muy elegante. A los laterales vemos un par de paneles LED insertados, cada uno controlado por su propia computadora Raspberry Pi. Otros detalles incluyen un soporte de batería en el respaldo del asiento, una cabina minimalista con poco más que clips, controles Magura y un pequeño tablero con tacómetro y medidor de temperatura. Definitivamente, toda una obra de la división de Icon Motosports, encargada de realizar todo tipo de trabajos especiales sobre motocicletas icónicas del mundo de las dos ruedas.
