UNA BMW K1 DE IT ROCKS! BIKES

La BMW K1 fue un modelo memorable lanzado en 1988 y que estaba basado en la BMW 100 de cuatro cilindros en línea. Su diseño era atrevido y hasta la fecha los conocedores tienen opiniones polarizadas al respecto, sin embargo, no resultó tan popular y desapareció tras cinco años. El taller iT ROCKS! BIKES (IRB) con sede en Portugal, decidió modificar ampliamente, pero con detalles que rindieran homenaje a la estética de fábrica.

Osvaldo Coutinho, quien es el encargado de dirigir del IRB, junto con Ana Pina y Luis Teixeria, ha comentado: “Estábamos muy entusiasmados con este proyecto. Nuestro objetivo era crear una motocicleta con líneas llamativas que marcara la actualización de esta motocicleta icónica, utilizando equipos homologados, seguros y de alta calidad”. El taller se especializa en carrocerías de estilo monocasco y fue uno de los motivos por los que el cliente los eligió.

En primer lugar, se construyó un tanque y una sección de cola de una sola pieza, todo a mano y en acero. Las rodilleras profundamente esculpidas empatan con el carenado angular de la moto, mientras que los lados con “persianas” están inspiradas en las múltiples salidas de aire de la K1. Se colocó de igual forma un faro cuadrado, un poco más pequeño que el original. El asiento de cuero está hecho a mano y a pesar de no parecer tan cómodo, sí se tomó muy en cuenta la ergonomía.

Cuenta con una nueva configuración de suspensión trasera, con varillajes Wimoto y un amortiguador YSS. El basculante está flanqueado por estriberas traseras BSK SpeedWorks. En la parte delanteras vemos un nuevo juego de horquillas Ohlins FGRT 216, combinadas con pinzas de freno Brembo de montaje radial y discos de 320 mm firmados por la misma marca. Las horquillas se adaptaron al cuadro con abrazaderas triples de TGP MotoRacing y hay un amortiguador de dirección LSL escondido.

Los rines Jonich hechos a medida aportan volumen visual al diseño y se integran muy bien con el resto del mismo. La enorme salpicadera delantera fue reemplazada por una versión más estilizada y moderna, con una a juego en la parte trasera. El motor DOHC de cuatro válvulas y 100 hp no necesitó mucha actualización, pero recibió una mano de pintura y pulido. Además, ahora exhala a través de un sistema de escape cuatro en uno de SC-Project.

No podemos olvidarnos de la quilla personalizada que se encuentra justo debajo del motor. También se ha recableado con una unidad de control Motogadget. Los interruptores del manillar, los puños, las señales de giro, los espejos del extremo de la barra, y el velocímetro provienen de la marca de electrónica alemana, los clips provienen de LSL y el acelerador es una pieza de Domino. Todo está escondido detrás de un parabrisas ahumado, con un elegante soporte hecho a mano que sostiene el velocímetro.

Algunos otros detalles de la K1 fueron elaborados a mano como el marco, los soportes, escapes y algunas partes metálicas, esto siguiendo el lema del taller, basado en la originalidad, calidad y exclusividad en cada pieza. En el resultado final, vemos una moto mucho más esbelta que la original, con toques de elegancia más sutiles como el esquema de color plateado cepillado, con toques de rojo y azul.