
Desde que Grupo Motomex ha tomado la representación de Triumph en nuestro país, el Grand Tour se ha vuelto inmediatamente en su actividad emblemática, reuniendo a muchos de los apasionados entusiastas de la firma británica en un mismo lugar durante varios días.

Para esta ocasión, la cita se dio en Puerto Vallarta, Jalisco, en el lujoso hotel Fiesta Americana All Inclusive & Spa, hasta donde llegaron más de 120 motocicletas de la firma británica para disfrutar de las instalaciones, la playa y la convivencia entre amigos en un evento que ha dejado nuevamente grandes experiencias entre los participantes.
En Revista 400, comenzamos a saborear el Grand Tour desde que retiramos una brutal Rocket 3 de 2,500 cc en Triumph Satélite, para encontrarnos con el grupo de invitados y clientes días después en la agencia Lerma. Desde este último punto, se dio el clutch-out en donde unas 20 motocicletas de la firma rodamos con rumbo a Guadalajara, en un grupo liderado por Amado Martínez de Triumph Lerma y Ioram Abolnik, embajador de la marca; así como también se contó con la participación activa de Roy Nieto, Marketing Manager & Customer Experience para Triumph México.

Tras pasar la noche en la ciudad capital del estado de Jalisco, partimos al día siguiente al destino final en Puerto Vallarta. En este punto ya se habían integrado unas 20 motos más con sus tripulantes, entre ellos Jorge Díaz de la Vega, director comercial de Grupo Motomex.
Entre motos Triumph de lo más variadas, llegamos al hotel sede justo a tiempo para prepararnos y asistir a la cena de apertura a orillas de la playa, en la que no faltaron las palabras de bienvenida por parte de los anfitriones y un show de tambores que amenizó la noche.
Para el siguiente día, se planificó un completo programa de actividades que contempló un paseo en catamarán, snorkel y comida en una playa privada, entre otras cosas. Durante el recorrido por la bahía descubrimos las vistas más escondidas y espectaculares de la costa jalisciense, hasta llegar a la playa privada de Majahuitas de acceso únicamente marítimo, para seguir disfrutando ahora de una comida buffet que degustaríamos en cómodos sillones bajo la sombra de las palmeras.

De regreso a tierra firme, nos reunimos nuevamente para la cena, la cual tuvo una temática mexicana con antojitos y un espectáculo de mariachis en vivo.
Para el último día, hubo mucho tiempo libre, por lo que algunos grupos se organizaron por su cuenta para recorrer Puerto Vallarta, mientras otros se extendieron a Sayulita, al tiempo en que no faltó quien se quedara a disfrutar de la alberca durante unas horas de relajación.
Encuentra la galería completa del evento aquí.
Para el cierre, se desarrolló la cena de clausura que nuevamente contó con servicio buffet, mientras una banda sonaba de fondo. La sorpresa principal fue cuando se anunció la motocicleta que Triumph regalaría entre sus invitados durante una breve pero entretenida trivia, donde hubo que buscar los premios enterrados en la arena. Entre ellos, una Speed 400 como regalo mayor y dos cascos para el segundo y tercer lugar.

Después del éxito conseguido en estas dos ediciones, gracias al enorme esfuerzo de la marca y el haber cuidado hasta el más mínimo detalle, el Grand Tour nos ha hecho sentir como en casa con una atención de primer nivel, gozando de cada una de las actividades y el placer de conducir las motocicletas Triumph en carretera.






