A lo largo de la historia las mujeres han buscado un lugar dentro del motociclismo, ya sea en el ámbito deportivo con las pilotos profesionales que poco a poco han ido abarcando más terreno o en el día a día con aquellas bikers que se transportan en una moto hacia su trabajo u oficina, todas ellas a su manera han colaborado para que el motociclismo femenil continúe rodando.
Para hacer un recuento del arduo camino que han recorrido las mujeres dentro del mundo del motociclismo, probablemente tenemos que remontarnos más de cien años atrás, cuando nombres como Avis y Effie Hotchkiss – madre e hija que atravesaron Estados Unidos de costa a costa sobre una Harley-Davidson con sidecar en 1915 – o Bessie Stringfield – quien en 1930, a bordo de su Indian, se convertiría en la primera afroamericana que recorrió E.E.U.U. en moto, desafiando no sólo los estereotipos de género, sino de raza de la época – comenzaron a figurar en el mundo de las dos ruedas, mujeres que se atrevían a adentrarse en un espacio que hasta entonces había estado reservado exclusivamente para los hombres.
En la competencia
Con el auge global de las motocicletas, no tardarían mucho en comenzar las competencias, siendo lo más cercano a un primer campeonato mundial la celebración de la Copa Internacional organizada por el Club Motociclista Francés en 1904, que marcaría un precedente para que las carreras motorizadas sobre dos ruedas comenzaran a tomar relevancia. Aunque sería hasta 1962 cuando la británica Beryl Swain se convertiría en la primera mujer en disputar una carrera profesional, en el TT de la Isla de Man. Sin embargo, tras su debut la organización decidiría revocar su licencia alegando que el motociclismo era un deporte muy riesgoso para una mujer. Pero esto daría pauta para que otras buscaran incursionar en competencias internacionales, tal sería el caso de la finlandesa Taru Rinne, que en 1987 sería la primera mujer en puntuar en el Campeonato Mundial de Motociclismo y unos años después, la japonesa Tomoko Igata lograría el récord de la piloto femenina con mayor puntuación en el mismo campeonato, un hito que conserva hasta la fecha.
Hace no mucho (en 2017), la española Ana Carrasco, hizo historia convirtiéndose en la primera mujer en ganar un campeonato mundial mixto, al coronarse en la categoría Supersport300 de WorldSBK, demostrando que aún hay muchos paradigmas por romper. Conforme han avanzado los años, las mujeres han logrado incursionar en una gran variedad de modalidades del motociclismo deportivo, es así como aparecieron personajes como Laia Sanz, quien ha sido 14 veces campeona del mundo en Trial y seis veces campeona del mundo en Enduro o Kiara Fontanesi, que ha logrado hacerse un nombre en el Motocross, con cinco títulos mundiales en su bolsillo.
Aunado a esto, en épocas recientes se han comenzado a crear diversas plataformas deportivas que buscan apoyar a las mujeres y darles un lugar en la competición profesional, en México por ejemplo, podemos destacar el trabajo de Italika Racing, con la Italika Women’s International Cup (IWIC), que desde hace algunos años apoya a las pilotos del continente para impulsar sus carreras. Ahora, con el anuncio de la creación de un Campeonato Mundial de Motociclismo Femenino, que hará su debut este año, no podemos dudar que pronto tendremos nuevos nombres que se alzarán en alto y continuarán con la historia de las mujeres dentro del ámbito del motociclismo deportivo. Por lo pronto, sabemos que tres latinoamericanas, con una gran trayectoria, estarán participando en la primera edición: la mexicana Astrid Madrigal, la colombiana Sara Varón y la chilena Isis Carreño.
Motoclubes femeniles: Amigas, familia, comunidad
Aunque probablemente muchas de estas mujeres se sintieron solas en su camino, actualmente alrededor del mundo existen motoclubes femeniles, que han logrado no solo crear un grupo de amigas, sino una comunidad, logrando que las mujeres bikers puedan sentirse apoyadas y respaldadas. Aquí, podemos mencionar al BMW Club Femenil Mexicano, el primer motoclub femenil oficial de la firma a nivel mundial, que tienen como misión revolucionar el motociclismo en en el país. También encontramos grupos como She Can Ride, un poco más alejado de lo que conocemos tradicionalmente como “motoclub”, que más bien busca crear una “tribu” que empodera a las mujeres con cursos de manejo y pláticas informativas. De igual forma, comunidades como Heels and Wheels, unidas por el gusto de las motos y la moda que promueve el crecimiento personal de las mujeres.
Periodismo especializado
Y qué sería de todos estos avances, si no hubiera mujeres dispuestas a difundirlos. El mundo del motociclismo ha estado intrínsecamente ligado al del periodismo, siendo este un medio de expresión al que las mujeres han recurrido a lo largo de los años para darle voz a un movimiento que se abría paso con dificultad. Actualmente tenemos portavoces de la industria como Genevieve Schmitt, fundadora de la revista Womens Riders Now, y dos veces miembro del Salón de la Fama del Motociclismo, que fue incluida en las listas de los “100 mejores líderes en deportes de motor” y de las “100 mejores mujeres en deportes de motor” por la publicación especializada Dealernews. A nivel nacional, periodistas como Andrea Echegoyen, locutora en Movilidad W y promotora del motociclismo y automovilismo femenil o Sandra Castañón, corresponsal en Revista 400 con más de una década de trayectoria, así como creadoras de contenido como Luna Viajera, Jessie Biker, Steffany Lama, Clo Biker, entre muchas otras, juegan un papel crucial.
Otros ámbitos del motociclismo
No hay que olvidarnos de aquellas que utilizan la motocicleta en su día a día como fuente de trabajo. De acuerdo con datos del INEGI, en 2023 el 8% de la fuerza laboral de conductores de motocicleta en México eran mujeres. Este pequeño segmento también ha sabido abrirse paso como emprendedoras y empleadas, que día a día demuestran sus capacidades. Sin duda, han faltado nombres en este breve recuento de la historia del motociclismo femenil, ya que, con más de un siglo de trayectoria han sido miles de mujeres las que han hecho y continúan haciendo una importante labor en todos los ámbitos relacionados a las dos ruedas. Aún falta un largo camino por recorrer, pero es importante reconocer y resaltar los avances que estas mujeres han hecho en pro del motociclismo femenil.
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