Triumph México celebró la primera edición de su Grand Tour, que salió desde Ciudad de México con rumbo a San Miguel de Allende. El evento en el que Revista 400 estuvo presente, fue una magnífica celebración dedicada a los amantes de la marca, lleno de camaradería, pasión por las motocicletas y experiencias únicas, en el que participaron alrededor de 100 pilotos y acompañantes.
La cita fue en punto de las 7 de la mañana en la gasolinera Valero desde donde salió el contingente con paradas para desayunar y cargar gasolina en el trayecto. Pasado el medio día llegamos Real de Minas, que sería nuestro hotel sede durante toda la experiencia. Tras la recepción, iniciamos con una actividad emblemática de San Miguel de Allende: la Callejoneada.
Se trata de un recorrido tradicional que nos llevó por los angostos callejones del centro histórico, comenzando en uno de los jardines centrales. Al ritmo de la estudiantina y acompañados por las peculiares “mojigangas”, se creó un ambiente único y festivo que cautivó a todos los participantes. El día culminó con una espectacular cena de bienvenida en el ruedo del hotel sede, marcando el inicio de esta gran experiencia.
En este evento, tuvimos el honor de contar con la presencia del Lic. Carlos Martínez-Abrego, director general adjunto de Grupo Motomex; el Lic. Jorge Díaz de la Vega, director general de movilidad del mismo grupo; y Roy Nieto, director de marketing de Triumph México. Quienes dirigieron unas palabras de agradecimiento a los participantes destacando la gran participación en esta primera edición.
El segundo día comenzó con una rodada desde el Hotel Real de Minas hasta la agencia Triumph Querétaro. Desde allí, partimos hacia una sorpresa organizada por la marca, visitando el reconocido viñedo Puerta del Lobo, uno de los más populares de la región. Disfrutamos de un recorrido guiado que nos mostró el proceso completo de la producción del vino, desde la plantación de la vid hasta el embotellado. Esta experiencia resultó enriquecedora y memorable para todos los asistentes.
Al regresar al hotel, cerramos el evento con una cena de clausura excepcional. Los asistentes disfrutaron de la deliciosa gastronomía local, música en vivo, y una serie de sorpresas, entre ellas la rifa de una motocicleta. Sin duda, un inicio prometedor para futuras ediciones.